Los lugares donde no se ha amado ni se ha sufrido, no dejan en nosotros ningún recuerdo

Los lugares donde no se ha amado ni se ha sufrido, no dejan en nosotros ningún recuerdo

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Hay muchas maneras de querer a alguien. Muchísimas. Pero mi preferida es la mirada. Esa mirada que te hace sentir amado, que te hace escuchar un "te quiero" sin palabras. Esa mirada es la más importante de todas y debe ser sostenida, saboreada, sin tener miedo ni desviarla. Porque cuanto más tiempo la aprecies, más emociones te hará sentir.
Y no necesariamente tiene que ser una mirada que compartan solo dos personas, quizá la más bonita de las miradas es la mirada que el resto también ve, porque si otras personas también pueden sentirla, su valor es incalculable.
Por ello, no temáis a mirar a las personas que queréis a los ojos, no sintáis ni un ápice de miedo por esa mirada tímida y a la vez poderosa.
Todos tenemos derecho a la complicidad.


martes, 10 de septiembre de 2013

Unos fuman, otros beben, otros se drogan y otros se enamoran.
Aquí cada uno se mata como quiere.

lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Alguna vez te has parado a pensar en lo que quieres ser en realidad?
Soy feliz con lo que tengo. Soy feliz porque tú estás aquí, conmigo. Qué importa lo que me hayan hecho sentir otras personas, en este momento, en este preciso instante de mi vida necesito que me sorprendan y que todo me parezca nuevo, susceptible al delirio, un delirio que no me machaque el corazón sino que lo proteja del frío de la decepción.
Soy feliz y quiero que tú también lo seas. ¿Hay algo mejor que compartir esto contigo?

jueves, 5 de julio de 2012

Con los Cinco sentidos

Dolor. Un inmenso dolor recorría cada centímetro de mi piel, dominando los movimientos, impetuosos y descontrolados, de mi cada vez más afligido cuerpo. El tiempo se había detenido entre esas angostas paredes y oprimía mi energía vital. Mi oído ya no podía percibir el sonido de la voz de Unai mitigando la ansiedad de mi abuela ni los lamentos desconsolados de ésta. La felicidad que había colmado todo mi ser en la presencia de Apolo estaba desangrándose en ese preciso instante.

De repente, la luz del Sol se posó en mi rostro, reflejando cada destello de su candente belleza. Toda la angustia y dolencia que me invadía desapareció sin yo explicarme qué había ocurrido.
Mis músculos comenzaron a distenderse paulatinamente, despojándome de la contracción a la que habían estados sometidos mis pulmones.  El cuello cedió al peso de la cabeza y volví a resposar mi espalda contra la superficie, esta vez más acolchada. Pero, sin duda, lo que me mantenía todavía alerta era el vacío que sentía alrededor de mí; no oía ni mi propia respiración desacompasada, ni las contracciones del corazón...nada, absolutamente nada.

- Unai, ¿crees que se pondrá bien? No pensaba que esto llegaría a tales extremos...
- La verdad es que ha sufrido un ataque muy fuerte, Aurora. Yo también estoy extrañado con este giro de los acontecimientos y, he de decirte, que no voy a permitir que vuelva a ocurrir. Alieen no está preparada aún, y haré todo lo que esté en mi mano para impedir que llegue ese momento.
- No puedes hacer nada y sabes que no tienes derecho a cambiar su destino. Tu misión es protegerla, no apartarla del camino.
- ¿Qué propones? ¡¿Qué la vea morir entre mis brazos sin mover un solo dedo?! ¿Y si le vuelve a pasar, Aurora?¡ ¿Y si la próxima vez no sobrevive?! Por Dios, estás perdiendo el juicio.
- Eso no va a ocurrir. Sabes que ésto no es más que el principio y, ni tú ni yo podemos interceder, aunque así lo deseemos.
- Si mi cometido es preservar su vida, no me pidas que permita su sufrimiento.

¡Qué paz interior! Seguía inconsciente y sin ninguna capacidad para moverme o hablar, pero jamás me había sentido tan conectada con mi interior, con mi espíritu. Mi cuerpo se había convertido en un mero enlace con el mundo real y había cedido todo su protagonismo al combustible que me llenaba de vida. Estaba embriagada por un perfume, un perfume con nombre de sueño y sabor a libertad.






sábado, 28 de abril de 2012

Caramel de Lapin

Ser amable con quien no me agrada no significa que sea una hipócrita. Significa que tengo la suficiente madurez como para tolerar su personalidad :)



Una de las causas del fracaso y la infelicidad es cambiar lo que más quieres por lo que quieres en un momento.

viernes, 20 de abril de 2012

El nombre del viento

Nunca te fíes de nadie, especialmente de la gente a la que admiras.
Esos son los que te pegarán las peores puñaladas.



(Carlos Ruis Zafón)