Los lugares donde no se ha amado ni se ha sufrido, no dejan en nosotros ningún recuerdo

Los lugares donde no se ha amado ni se ha sufrido, no dejan en nosotros ningún recuerdo

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Hay muchas maneras de querer a alguien. Muchísimas. Pero mi preferida es la mirada. Esa mirada que te hace sentir amado, que te hace escuchar un "te quiero" sin palabras. Esa mirada es la más importante de todas y debe ser sostenida, saboreada, sin tener miedo ni desviarla. Porque cuanto más tiempo la aprecies, más emociones te hará sentir.
Y no necesariamente tiene que ser una mirada que compartan solo dos personas, quizá la más bonita de las miradas es la mirada que el resto también ve, porque si otras personas también pueden sentirla, su valor es incalculable.
Por ello, no temáis a mirar a las personas que queréis a los ojos, no sintáis ni un ápice de miedo por esa mirada tímida y a la vez poderosa.
Todos tenemos derecho a la complicidad.