La vida es más complicada de lo que vemos en las películas o en las series de televisión.
La realidad supera a la ficción en cuanto al sufrimiento. Alguien debería medir cuál es el máximo de dolor que puede llegar a soportar una persona y parar ese crecimiento en alza. Sí, eso estaría muy bien. Pero las formas verbales de condicional indican eso, un desajuste entre la vida auténtica y la onírica.
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