Ayer mi mochila de errores pesaba demasiado.
Ayer hizo eco la voz de la lluvia que no paraba de caer sobre mi tejado humilde.
Ayer quise levantarme y alguien me puso la zancadilla mientras se reía.
Hoy quiero gritar fuerte tu nombre seguido de un te quiero.
Hoy no puedo hacer más que deslumbrar al mundo con mi sonrisa.
Hoy soy todo lo que siempre quise ser.
Hoy me pregunto dónde has estado tanto tiempo.
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