Los lugares donde no se ha amado ni se ha sufrido, no dejan en nosotros ningún recuerdo
domingo, 25 de julio de 2010
¿Quién crees que es la persona más feliz del mundo?
¿Un joven enamorado?¿Una mujer que ha ganado la lotería?¿Una madre que acaba de tener a su bebé?¿Un abuelo jubilado?
Te equivocas.Ninguno de ellos es la persona más feliz del mundo.
En realidad la respuesta sería en diminutivo.
Un niño o una niña.
Una personita que está dando sus primeros pasos en la vida.
¿Por qué?
Es muy sencillo.Los niños tienen inocencia.Gozan de esa virtud que nosotros perdemos con los años.Sin ella nuestros ojos ven el 50% que advertimos a simple vista al mirar a alguien.Al descubrir ese 50% restante los fastidiamos todo.
Los niños solo ven la mitad.No consiguen alcanzar el resto, pero tampoco son conscientes de ello.Les sobra lo que ven.
A un niño le da igual si su amigo tiene una piel más dorada que la suya, o si su ropa es de marca, o si está enfermo o si vive con una familia que practica una religión distinta a la de sus padres.No discriminan. A ellos solo les importa si con él o ella se lo pasa bien.Cómo deber de ser.Juzgar por lo que esa persona te aporte.
A cierta edad ser inocente es perjudicial.Tener la mente de un niño es un problema.La gente te toma el pelo y se ríen.Claro.No es bueno que tus percepciones no avancen.Hay que ver el mundo tal y como es.Ver que también hay gente mala.Aunque prefieras vivir en un mundo de fantasía, como el de los niños.
No obstante, tener un atisbo de inocencia te endulzará la vida.Prueba a observar a un niño.Tu hermana,tu vecinito,tu primo, una niña que juega en el parque...Da igual.
¿Qué ves?
Brillo en sus ojos.Ilusión por todo lo que hace.Descubrimiento en cada cosa nueva.Risitas de felicidad con un simple columpio.Imaginación.Ser pirata,princesa,mamá,astronauta por unos instantes...
Ya me gustaría a mi ser como ellos.Ser realmente feliz con las cositas más pequeñas e insinificantes para los mayores.
Ahora somos avariciosos.No nos conformamos nunca.Con nada.Más y más siempre.Aunque no lo necesitemos, nos creamos esas ansias de tener mucho más que el resto.
Así de imbéciles somos.Y nos llaman adultos, maduros.
Por eso fíjate en los ojos de un pequeño.No verás avaricia,ni odio,ni rencor...
Solo verás admiración .Admiración por la novedad,por el mundo que les quedar por conocer.Por la vida.
Eso es ser feliz.Yo, de verdad de la buena, les tengo envidia,envidia sana.
Sin embargo ellos no me tienen envidia.Porque son felices.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
que buena, en serio
ResponderEliminarMe ha gustado mucho pequeña, te quiero ;)
ResponderEliminar