Una frase, un mundo

" Estás realmente guapa cuando piensas en mí. "

Busqué con la mirada perdida dónde te escondías. Seguro que estabas tras un árbol riéndote a carcajada limpia al ver la cara que se me había quedado cuando te fuiste.
Un simple papel con siete palabras. Una frase que pareció tatuarse en mi piel al leerla.

No me puse los cascos ,cómo de costumbre , para volver a casa. Supongo que solo era porque deseaba que me llamaras desde lejos y que yo me hiciera la interesante diciéndote que la tontería de mandar notitas se acabó en secundaria.
Incluso alargué al máximo mi regreso caminando por el paseo marítimo y observando con detenimiento el crepúsculo. Al fondo, surcando el cielo, un mar de nubes blancas y suaves como el algodón, tapaban a intervalos cortos, los cálidos y dorados rayos del Sol.
No sabía quién eras, pero yo era la única persona en el mundo que de verdad conocía el verdadero color de tus ojos. Ámbar. Del amarillo al rojizo dorado, como el manto que se extendía sobre el infinito azul.