El público se levanta de sus asientos." ¡ Bravo ! " retumba por todo el teatro. El ensordecedor sonido de los aplausos agita el ambiente. La iluminación del lugar cambia su tonalidad hasta llegar al asiento 166.
Todos, incluyendo a los más cohibidos , levantan los brazos y gritan sin cesar palabras incomprensibles debido al alegre ruido que se ha concentrado entre esas cuatro paredes.
Los actores salen al encuentro de sus queridos y fieles espectadores. Los decibelios de tal aclamación seguro que superan el límite permitido. Familiares, amigos, compañeros de trabajo, parejas... una mezcla verdaderamente explosiva.
Lagrimillas de felicidad se escapan tras risas nerviosas sofocadas entre los compañeros de reparto. Las sensaciones que se palpan destruirían cualquier depresión existente.
Todas las luces se apagan y el telón rojo esconde el escenario dónde se ha interpretado como si de la vida real se tratara. Los corazones que palpitaban bajo pechos llenos de emoción han huído.
Una corriente de aire fresco entra en el teatro. Un aire que recoge la fragancia de la soledad.
¿ Preparados para una nueva actuación ?
TODO FIN ES UN PRINCIPIO.
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