Los lugares donde no se ha amado ni se ha sufrido, no dejan en nosotros ningún recuerdo

Los lugares donde no se ha amado ni se ha sufrido, no dejan en nosotros ningún recuerdo

sábado, 21 de agosto de 2010

Quizás, Quizás, Quizás...

Quizás me muerda la lengua cuando estoy nerviosa.
Quizás no haya visto mi muñeca desde hace 4 años por las miles de pulseras que llevo.
Quizás me haya obsesionado con las tartas de queso.
Quizás nunca he sabido morderme las uñas.
Quizás grite muy fuerte y aturda a los demás.
Quizás no controle mis arrebatos de rabia hacia ciertas personas.
Quizás pase muchas horas leyendo sin mirar el reloj.
Quizás jamás me decida a hacer puenting.
Quizás tenga un miedo increíble a la niña de El Exhorcista.
Quizás me encapriche mucho y luego pase olímpicamente de todo.
Quizás no pueda evitar matar a mi gata a achuchones.
Quizás me encante poner las cosas difíciles y los retos.
Quizás me den los peores ataques de risa en plena clase.
Quizás huela las páginas de los libros nuevos.
Quizás tenga que dormir con la sábana hasta el cuello.
Quizás odie la lluvia que escrespa mi pelo.
Quizás me apasione subir una montaña y quedarme horas en la cima.
Quizás me ponga muy fea cuando lloro.
Quizás no pare de comentar la película mientras la veo.                           
Quizás haga bromas realmente tontas pero que hacen reír.
Quizás no sepa leer los labios.
Quizás camine muy rápido cuando voy sola.
Quizás no pueda vivir sin la música de mi MP4.




 


                                           Quizás todo lo que he escrito sea verdad.
                                                                  O quizás no.


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