Desde que te levantas hasta que vuelves a recostar tu cansado cuerpo sobre la cama, en tu mente hay miles de preguntas atormentándote.
Hay algunas que son fáciles de resolver y se escapan de tu cabeza dejando más espacio, aún si cabe, a las más importantes. Las preguntas que quedan en el aire, sin responderse.
Te quieres deshacer de ellas, guardarlas en un cajón y cerrar éste con llave. Pero es imposible.
Estarán ahí hasta que tus experiencias, tus conocimientos, tus emociones, tus capacidades... avancen. No puedes forzar el transcurso del tiempo. Todo pasará, tarde o temprano.
Te perseguirán interrogantes durante muchos años. Dales tiempo. Madura y crece como persona.
Solo así conseguirás que esas preguntas del pasado salgan de ese rincón y se llene de luz.
Ir descifrando el examen obligatorio que te propone la vida te llevará al codiciado sino: LA FELICIDAD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario